Lo prometido es deuda y aquí estamos con las recetas sanas y equilibradas que nos van a ayudar convertir la alimentación en un aliado, porque como ya hemos comentado en ocasiones anteriores, la alimentación juega un papel muy importante en el tratamiento contra el cáncer. Nada mejor para comenzar que una ensalada de quinoa, algo fresco para combatir el calor estival y comenzar a nutrirnos con cabeza.

Ensalada de Quinoa

Los ingredientes que vamos a necesitar para elaborar esta ensalada de Quinoa son:

  • 400 gr. de Quinoa
  • 800 ml. de agua
  • 1 zanahoria
  • 1 pepino
  • 8 rabanitos
  • 2 cucharadas de uvas pasas
  • 1 limón (su ralladura y zumo)
  • 3 cucharadas de aceite virgen extra
  • 1 cucharilla de soja fermentada
  • Semillas de calabaza tostadas
  • Jengibre
  • Perejil
  • Sal

Esta receta aporta proteínas, grasas e hidratos de carbonos, así como numerosos fitoquímicos, vitaminas y minerales. Aporta diferentes tipos de fibra dietética, que provienen tanto de los cereales, como de las hortalizas. Tiene una baja densidad energética y una carga glucémica baja-moderada. Lo más interesante son las propiedad de estos ingredientes, para que vayamos aprendiendo un poco de lo que aportan, las explicamos a continuación:

Quinoa: Alta cantidad de proteínas, fibra dietética, vitaminas y minerales, sobre todo magnesio. No contiene gluten. Escasa cantidad de grasa.

Zanahoria:  Minerales, vitaminas , fitoquímicos. Rica en carotenos y fibra dietética.

Pepino: Vitaminas, minerales. Tiene muy baja densidad energética.

Rábano: Aporta, sobre todo, vitamina C, además de otras vitaminas y minerales entre los que destaca el magnesio. Fitoquímicos del grupo de los compuestos azufrados.

Uvas pasas: Gran capacidad antioxidante y alto índice glucémico, por lo que hay que consumirlas con moderación.

Limón: Vitamina C, minerales y fitoquímicos del grupo de los polifenoles y los terpenos.

Semillas de calabaza: Vitamina A, C, E. MInerales como el magnesio, Zinc. Ácidos grasos omega 3 y omega 6. Fitoesteroles y antioxidantes.

Salsa de soja fermentada (tamari): probiótico.

Jengibre: Fitoquímicos con actividad antioxidante y antiinflamatoria.

Perejil: Vitamina C y fitoquímicos como laapigenina, con capacidad antiinflamatoria.

Elaboración: 

Recuerda que la quinoa está cubierta con una película de saponina. Un antinutriente que dificulta la absorción de nutrientes por parte del organismo. Por lo tanto, hay que eliminarla con un buen lavado con agua fría antes de su cocción, esto también eliminará el sabor amargo. Poner el agua a hervir con la quinoa y dejarla cociendo 10 minutos, tapada. Apagar el fuego y dejarla reposando e hinchándose 5 minutos más. Limpiar y picar al gusto el resto de ingredientes, añadirlos a un bol y mezclar.

Aliño: Mezclar zumo de limón y su ralladura, tamari, una pizca de jengibre recién rallado y perejil. Mezclarlo enérgicamente hasta emulsionar y después rociarlo sobre la quinoa y el resto de ingredientes.  El toque final y crujiente lo damos con las semillas de calabaza tostadas por encima.

Esperamos que nos contéis si os habéis animado a hacer esta receta y qué tal os ha quedado. La semana que viene volveremos con otra idea sana y fácil de elaborar.

FUENTE DE LA RECETA: Cocinar para vivir