Aunque poco frecuente, el cáncer de mama durante el embarazo puede presentarse en una de cada 3.000 mujeres embarazadas. Los últimos resultados científicos muestran que la quimioterapia pasado el primer trimestre de gestación no produce efectos secundarios sobre el feto y recién nacido.

Es una situación patológica con dos actores diferenciados, por un lado la madre y por otro lado el feto, al que no se debe de perjudicar durante el embarazo.

El cáncer de mama durante el embarazo incluye no sólo al cáncer diagnosticado a la mujer gestante sino también al que se presenta en el primer año tras el parto. Lo más frecuente es su diagnóstico en el segundo y tercer trimestre y cuando se presenta con anterioridad resulta más difícil de manejar.

El tratamiento de una embarazada es lo más parecido al tratamiento habitual salvo que durante el primer trimestre de gestación solo es posible aplicar la cirugía descartándose la quimioterapia y la radioterapia. Durante los siguientes dos trimestres se puede utilizar la quimioterapia descartando la radioterapia hasta el nacimiento del bebé.

La “quimio” no afecta al feto.

Un estudio prospectivo con 129 casos con centros clínicos de Bélgica, Holanda, Croacia y Canadá y publicado en el ‘New England Journal of Medicine’ y publicado en octubre de 2015 confirma ahora que la quimioterapia no tiene efectos perniciosos sobre los fetos.

El trabajo muestra que a los 18 meses y a los 36 meses de vida los bebés cuyas madres fueron tratados con quimioterapia después de la semana 12 de gestación no presentan diferencias en su desarrollo cognitivo, funcional y cardiológico con respecto a bebés cuyas madres no fueron tratadas con estos fármacos anticancerígenos.

Hasta el momento, la recomendación si se detectaba el cáncer antes de la semana 12 era no seguir con el embarazo sin embargo esta decisión ya no es necesaria salvo que el cáncer sea de mal pronóstico. Además, el tratamiento de la enfermedad suele requerir adelantar la fecha del parto (nunca antes de la semana 34 de gestación) para entrar dentro de los protocolos de intervención establecidos para aplicar la radioterapia y reducir los riesgos de avance tumoral.

La intervención durante el embarazo es más compleja ya que se deben cuidar en extremo aspectos como la no aparición de hipoxia ni hipotensión, un control estricto de la glucosa y la prevención de la trombosis ya que en el embarazo hay más problemas de tromboflebitis dada la hipercoagulación existente en el periodo gestacional.

Podemos concluir que la supervivencia libre de enfermedad entre las mujeres que han padecido cáncer de mama en el embarazo es de aproximadamente el 80%.

Fuente: Infosalus