Una nueva herramienta biotecnológica basada en el estudio de minigenes permite rastrear una etapa esencial en la expresión génica del BRCA2 en cáncer de mama hereditario. El método, no obstante, se puede aplicar a cualquier gen causante de una patología hereditaria, publica PLOS Genetics.

El desarrollo de ‘minigenes’ híbridos o versiones simplificadas y artificiales de un gen para rastrear y detectar variantes de ADN relacionadas con el cáncer de mama hereditario podría ser de gran utilidad para esta enfermedad tumoral. Con esta herramienta, un equipo liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha estudiado los mecanismos reguladores del procesamiento del ARN mensajero o splicing, una etapa esencial de la expresión génica, del gen de susceptibilidad al cáncer de mama BRCA2.

El splicing consiste en la eliminación precisa de los intrones (secuencia no codificante) del ARN mensajero precursor, y en la unión secuencial de los exones (las regiones de un gen que codifican proteína) para dar lugar al ARN mensajero maduro. Una alta proporción de las mutaciones causantes de enfermedades genéticas está asociada a anomalías en el splicing de los genes responsables.

Mutaciones causantes de la enfermedad

En el trabajo, cuyos datos publica PLOS Genetics, se han empleado los ‘minigenes’ híbridos, creados a partir de una herramienta, el vector de splicing pSAD (Splicing and disease), patentada por este mismo equipo del CSIC hace más de tres años, para estudiar 52 variantes de ADN de pacientes. El ‘minigen’ desarrollado para esta investigación reproduce a pequeña escala siete exones de BRCA2.

“Hemos estudiado los mecanismos reguladores del splicing de los exones 17 y 18 del gen BRCA2. Hemos hallado 30 variantes que alteraban el splicing, de las cuales 20 son serias candidatas a incrementar el riesgo de padecer cáncer de mama y, por tanto, pueden clasificarse como patogénicas”, explica Eladio Velasco, investigador del CSIC en el Instituto de Biología y Genética Molecular de Valladolid.

Los ‘minigenes’ híbridos permiten estudiar el impacto en el splicing de una determinada mutación sin necesidad de ARN de la paciente, que no es fácil de conseguir. “Podemos reproducir cualquier mutación detectada en una paciente mediante la técnica de mutagénesis dirigida”, explica Velasco.

Significado incierto

Según el investigador, uno de los principales problemas en los rastreos de los genes de susceptibilidad al cáncer de mama y ovario es la detección de una alta proporción, en torno al 50 por ciento, de las mutaciones de ADN de significado clínico incierto, es decir, se desconoce si son causantes de la enfermedad o neutras. “Ahora, ofrecemos la posibilidad de clasificarlas desde el punto de vista del splicing. Cuando una mutación se considera causante de la enfermedad, esta puede ser rastreada en los familiares de la paciente para detectar posibles portadores asintomáticos”.

Fuente: Diariomedico